lunes, 23 de enero de 2012

Ensalada con tomates secos y vinagreta de miel

Ensalada con tomates secos y vinagreta de miel
La primera vez que probé los tomates secos (o deshidratados) los miré y les dije: "¡¿Pero cómo he podido vivir tanto tiempo sin vosotros?!". Quizás no son tan vistosos ni apetecibles en una ensalada como un hermoso tomate de huerta, pero su sabor es buenísimo. Y además he encontrado sus aliados perfectos en una ensalada: el queso de cabra y la vinagreta de miel.

Ingredientes (para una ensalada a compartir entre 2)

100 gramos de hojas verdes (a tu gusto: lechuga, hoja de roble, espinacas, canónigos, brotes tiernos, una mezcla de todo lo anterior...) 8 tomates secos, 8 rodajas de queso de cabra en rulo. 
2 cucharadas soperas de miel, 2 cucharadas de crema de vinagre balsámico (a la venta en cualquier súper) una cucharadita de mostaza de dijon. 

Lavamos, escurrimos y cortamos las lechugas. Hidratamos los tomates sumergiéndolos en agua durante 10 minutos, o hasta que estén blanditos. Yo lo que hago es hidratarlos el día que los compro, escurrirlos y guardarlos en un tupper en la nevera cubiertos de aceite, así los tengo listos para usar cuando quiera sin  tener que esperar. Cortamos las rodajas de queso de cabra y juntamos todo en el plato donde vayamos a servir la ensalada.

En un vaso mezclamos la miel, el vinagre y la mostaza. Puedes usar vinagre normal, pero a mi me gusta la  textura que da la crema a la salsa: impregna los ingredientes sin hundirse a lo hondo del plato. La mostaza es prescindible, pero como en mi nevera nunca falta siempre le pongo. 

Con una cuchara echa hilos de salsa por encima de la ensalada, le da un toque de glamour, y lleva a la mesa el resto de la salsa (si te ha sobrado) en una salsera.

Así, sin más, ya está muy rica. Pero como dicen en mi tierra "quant més sucre més dolç". Puedes mejorarla si le pones bacon, nueces, pasas... 





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