Muffins de parmesano y tomates secos

Muffins de parmesano y tomates secos

Los que me conocen saben mi pasión por las magdalenas desde que mi hermana me regaló el libro de Xavier Barriga para mi cumpleaños. Desde que lo tengo, pocas semanas han pasado en las que no haya hecho alguna de las recetas que propone. Pero como estaba ya aburrida de pasar las páginas viendo las recetas que veo todas las semanas, me lancé a la búsqueda de nuevos muffins o magdalenas en la red. Y qué suerte la mía que encontré esta receta que además me viene genial para cocinar los tomates secos de otra forma que no sea en ensaladas. Le he hecho unos retoques a la original, aquí está:

Ingredientes (12 muffins)

200 gr de harina, 1 cucharada de levadura en polvo, ½ cucharadita de sal, 250 ml de leche, 1 huevo, 

60 ml de aceite de oliva, 60 gr de queso parmesano, 40 gr de tomates secos, 1 cucharadita de albahaca, romero, orégano y ¼ de cucharadita de pimienta recién molida.

Una recomendación que puede ser simple, pero ayuda mucho a la hora de elaborar magdalenas y bizcochos: pesa, mide y prepárate todos los ingredientes antes de ponerte manos a la obra. Trabajarás más rápido y de forma más eficiente.

Hidrata los tomates (si no los tenías en aceite), escúrrelos bien y pártelos a trocitos con unas tijeras. Ralla el queso parmesano. Pon a precalentar el horno a 190 grados. 

Cuando ya lo tengas todo preparado mezcla en un bol los ingredientes secos: harina, sal, levadura, queso, los tomates y las especias. En otro bol bate la leche, el aceite y los huevos. Junta todo y mezcla con una cuchara. No te preocupes si lo ves muy grumoso, se desharán con el calor del horno. 

Llena los moldes para magdalenas con ayuda de una cuchara hasta sus 3/4 partes, que con la levadura crecerán. Mete la bandeja en el horno a 190ºC y déjalos 17 minutos. Pasado ese tiempo pincha un muffin con un palillo de madera: si sale limpio es que ya están listos, si tiene masa pegada déjalos unos minutos más y vuelve a comprobar. En mi horno tardaron 20 minutos.

¿Servir fríos o calientes? Pues al gusto. Yo me comí uno aún caliente y estaba más bueno que cuando se enfriaron. Me recordaba al sabor de la pizza. Tanto es así que fríos se me hacen cansinos, quizá porque los hice muy grandes, así que probé a rellenar el muffin con pechuga de pavo ¡y estaba muy bueno! Pueden servir como panecillos para acompañar a un jamoncito, unas anchoas, con unas aceitunas...